La guerra fría: una Alemania dividida

 

Al terminar la Segunda Guerra Mundial, en 1945 Alemania fue dividida entre los aliados, diferenciando la zona oriental, controlada por la Unión Soviética, y la occidental, controlada por Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. A pesar de haber sido aliados en el conflicto bélico, era imposible ignorar sus diferencias: el mundo se dividió en dos bloques, capitalista y comunista. El capitalismo de Estados Unidos, caracterizado por la propiedad privada, la democracia y la libertad, y el comunismo de la Unión Soviética, un sistema basado en la expropiación y el control del estado.

La tensión entre Estados Unidos y la URSS era innegable y creciente, y así, sobre 1947 comenzó la Guerra Fría. La URSS impuso su ideología comunista en lo que se llamarían estados satélites formando la cortina de hierro que separaba la Europa occidental de la oriental. EEUU puso el Plan Marshall y se formó la OTAN. Aunque, sería Berlín lo que pronto se convertiría en un símbolo de la bipolaridad de un mundo dividido por la Guerra Fría. Berlín estaba en la zona soviética, pero al la capital se decidió que también se dividiría en cuatro áreas, una controlada por cada uno de los cuatro países ganadores.

La división de la capital se hizo evidente en términos económicos, estando la zona ocupada por el bloque capitalista mucho más desarrollada que la comunista. Y es que, en un principio los berlineses, a diferencia que los demás alemanes, podían desplazarse libremente a través de la frontera. Sin embargo, al ver un mejor nivel de vida en la parte occidental, muchos huirían para escapar de las míseras condiciones en las que vivían los alemanes bajo el mandato de la URRS. Se estima que entre 1949 y 1961, alrededor de 2,7 millones de personas abandonaron la RDA y Berlín Oriental. Esto significó menos mano de obra para las fábricas del lado comunista, lo que supuso un duro golpe en la ya deteriorada economía, por lo que, Kruschev, presidente de la URRS, comienza la construcción del muro de Berlín.

El 13 de agosto de 1961, los berlineses se despertaron para ver una alambrada que dividía los territorios .Esta alambrada en poco tiempo se convirtió en un muro que transcurría por el centro de la ciudad y que separaba Berlín Oriental de Berlín Occidental, con una longitud de 43,1 kilómetros, y, que, a día de hoy, sigue teniendo un fuerte impacto sobre la capital Alemana

Aquí dejo una serie de video que me han resultado muy útiles y entretenidos para comenzar a entender la guerra fría.

 Fuentes: 1,2